Se han publicado recientemente los datos que muestran una caída en la tasa de inflación interanual de la zona euro, la cual se situó en el 6,1% en mayo. Este valor es nueve décimas inferior al registrado en abril. 

Después de cinco meses consecutivos al alza, la inflación en la eurozona ha retomado su tendencia descendente, habiendo persistido solo una décima en abril. Además, se encuentra con una alejada del máximo histórico alcanzado en octubre de 2022, cuando llegó al 10,6%, impulsada principalmente por los elevados precios de la energía.

Cómo ha evolucionado la Inflación en mayo

La caída de la inflación interanual en la zona euro es un índice alentador, ya que sugiere un alcance de los precios en la región. La disminución de la inflación puede atribuirse en parte a una reducción en los costos de la energía, que fueron uno de los principales impulsores de los meses anteriores. Sin embargo, es importante destacar que la tasa de inflación actual sigue siendo relativamente alta, lo que indica que persisten desafíos en materia de estabilidad de precios.

Durante el pasado mes, se inició una caída en la tasa de inflación en el conjunto de la Unión Europea (UE), situándose en un 7,1%, en comparación con el 8,1% registrado en abril. Esta disminución también se reflejó en el dato de inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos sin procesar debido a su comportamiento más volátil. En mayo, la inflación subyacente experimentó un menor crecimiento, alcanzando el 6,9%, en contraste con el 7,3% del mes anterior.

Quitando del cálculo de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, se observa que el incremento de los precios experimentó una disminución de hasta tres décimas, situándose en un 5,3%. Esta caída se debe principalmente a los productos energéticos, cuyos precios registraron una reducción del 1,8% en comparación con el mismo período del año anterior, y un descenso mensual del 2,1%.

De esta forma, la exclusión de los alimentos, el alcohol y el tabaco en el cálculo de la inflación proporciona una visión más precisa de la tendencia subyacente de los precios en la economía. Al realizar este ajuste, se puede apreciar que el incremento de los precios es menos pronunciado, lo que indica una menor presión inflacionaria en otros sectores de la economía.

También durante este mes se pudo observar un crecimiento más moderado en el precio de los alimentos, el alcohol y el tabaco, ya que pasó de aumentar un 13,5% en abril a un 12,5% en comparación con el año anterior. Sin embargo, en términos mensuales, experimentaron un aumento de cuatro décimas. Por otro lado, el precio de los bienes industriales no energéticos siguió esta tendencia de crecimiento más contenido, ya que acabará cuatro décimas, situándose en un 5,8%. Además, la tasa de crecimiento de los servicios descendió dos décimas hasta el 5%.

A pesar de la disminución en la tasa de inflación, el Banco Central Europeo (BCE) tomó la decisión de aumentar los tipos de interés en un cuarto de punto, llevándolos al 4%, el nivel más alto desde 2008. Esta medida se debe a la preocupación del BCE de que la inflación permanezca demasiado alta durante demasiado tiempo y se adelantó la posibilidad de subida en el próximo mes de julio. Esta última subida representa el octavo aumento consecutivo desde julio del año pasado, cuando el BCE comenzó a incrementar sus tasas para hacer frente a la elevada tasa de inflación.