Lo que ha ocurrido con las criptomonedas en los últimos meses tiene pocas, y, a la vez, muchas explicaciones. El mercado se ha desplomado y aunque en algunos momentos se haya generado cierta sensación de recuperación, lo cierto es que en general estamos en una de las tendencias bajistas más largas de los activos digitales.
¿Significa esto que se está acabando o muriendo este mercado? Para los defensores de la teoría de que los activos digitales no representan más allá de una burbuja financiera de nuevo cuño, la respuesta probablemente es que efectivamente se está acabando el mercado: sin embargo, las cosas son relativamente más complejas.
¿Qué ha ocurrido con las criptos?
Realmente, para entender lo que pasa con las criptomonedas debemos simplemente mirar al espejo de la principal de ellas: Bitcoin. Todo lo que ocurre sobre Bitcoin repercute de manera directa y radical sobre el resto de activos digitales.
La explicación es simple, la capitalización de mercado que supone el principal activo digital es, por sí sola, superior a la de la suma de todas las demás. Esto hace que, efectivamente, cualquier movimiento que ocurra sobre Bitcoin desplace de manera total el mercado.
Sin embargo, no estábamos del todo preparados para la situación vivida. La respuesta a este hecho es que para muchos analistas la buena salud que una gran cantidad de activos digitales mostraba, con crecimientos incluso muy superiores a los que tenía Bitcoin, parecía hacer pensar que el mercado ya no era dependiente de manera exclusiva del BTC y que, aunque efectivamente estos movimientos podrían llegar a tener algún efecto, no arrastraría el conjunto del mercado: obviamente este cálculo ha sido un error.
Cuando Bitcoin rompió la barrera de los 40.000 $ el mercado, literalmente, se desplomó. Y cuando hablamos de desplome hablamos de retrocesos que llegaron a alcanzar en menos de una semana pérdidas superiores al 40% en algunos activos, y que, en el caso de los principales como Ethereum, le hacía rondar retrocesos en torno al 25% o 30% semanal.
Aunque posteriormente se estabilizó la ratio de caída, la realidad es que el pánico ha quedado establecido de manera permanente. Hoy, en el momento de redactar el artículo, Bitcoin vuelve a pelear por acercarse a los 40.000 $ pero, la realidad es que ese soporte se ha convertido en una barrera que parece difícil de superar (recordemos que venimos de entornos por encima de los 67.000 $)
¿Se van a morir las criptomonedas?
Si hacemos análisis serios de la situación la realidad es que no deberíamos pensar en que los activos digitales vayan a morir como mercado. La realidad es que se trata de un mercado con una enorme volatilidad. Y esto es algo que ya sabíamos.
Sorprendernos en la actualidad de estas fases de tremenda contracción de precios es, realmente, no entender bien un mercado muy agresivo y que, además, tiene en la volatilidad una de sus principales bazas tanto desde el punto de vista de la búsqueda de rentabilidad, como de comportamiento de mercado: es así y, salvo que en el futuro la centralización y la normalización regulatoria modifiquen de algún modo esto (algo difícil), seguiremos viviendo en un entorno de mercados volátiles y poco controlables.
¿Alguna Consulta? Con gusto te ayudaremos...