Si alguna vez nos hemos preguntado por la figura de los intermediarios financieros dentro de la economía, lo primero que debemos saber es que estos se encargan de gestionar y actuar como intermediarios en diversas áreas financieras.

Así pues, el intermediario financiero actúa como un punto de enlace entre el usuario que le contrata, y los servicios financieros que éste busca conseguir. Es decir, el intermediario se encarga de llevar a cabo determinadas funciones para las que ha sido contratado.

Qué servicios financieros puede ofrecer

Puede ocuparse de diversos servicios diferentes, siendo los más demandados: la gestión de préstamos hipotecarios o personales, la intermediación en operaciones relacionadas con las inversiones, o incluso la gestión de las carteras de inversiones.

Respecto a su método de trabajo, es importante resaltar que los intermediarios financieros pueden trabajar por cuenta propia o como parte de una institución financiera.

Sus funciones

Como ya hemos mencionado, las funciones de un intermediario financiero son la gestión financiera que les sea encargada. Estos se preocupan de llevarla a cabo con total eficacia y manejo sobre el mercado.

No existe una única figura sobre el intermediario financiero, sino que los hay diferentes y pueden ser:

Entidades bancarias.
Asesorías de carácter independiente, o incluso gestores individuales con autorización.
Sociedades gestoras, de inversión colectiva o pertenecientes a fondos de pensiones.
Las aseguradoras.

Además, en función del tipo de intermediario cuyos servicios queremos contratar, debemos saber que cobran de dos maneras diferentes sus honorarios. Incluso se pueden combinar dependiendo del intermediario.

En primer lugar, encontramos los honorarios por comisiones. Estos se basan en otorgar al intermediario un determinado porcentaje pactado antes de comenzar las gestiones financieras. Dicho porcentaje puede incluso aumentar en función del éxito que éste tenga con el servicio financiero que se le ha encargado.

En segundo lugar, están los honorarios por intermediación. En este caso pueden ser o bien costes fijos, y en caso de préstamos, disponen de margen de mejora sobre las operaciones realizadas.

Qué tipos de intermediarios financieros existen

Podemos distinguir entre tres tipos diferentes, entre los que encontramos:

Intermediario bancario: este es el más usual, ya que forma parte de las entidades financieras. Podemos contratar sus servicios para intermediar sobre operaciones de financiación o relacionadas con inversiones.
Intermediario no bancario: se trata de profesionales e instituciones que operan de forma privada. Estos pueden intermediar de manera autorizada sobre actividades conocidas como no bancarias, normalmente pertenecientes a las inversiones. No obstante, cabe la posibilidad también de hacerlo sobre operaciones de financiación.
Intermediación remota: en este caso la tecnología juega un papel muy importante, ya que el intermediario financiero opera a través de internet, y puede hacerlo tanto de manera bancaria como no bancaria.

Pros y contras de los intermediarios financieros

El principal punto a favor de los intermediarios financieros, es la facilidad que nos aportan al asumir las gestiones financieras. No será necesario disponer de un conocimiento elevado sobre finanzas, ni tampoco realizar un constante seguimiento de la operación que se está realizando.

Por el contrario, su punto en contra principal, es que para contratar este tipo de servicios los costes suelen ser bastante elevados, por lo que no son accesibles para todo tipo de usuarios.