Los créditos rápidos desde su aparición hace apenas una década (en modo masivo) se han convertido en una forma de financiación elegida de manera amplia, aunque, no siempre de manera correcta. Esto es importante tenerlo en cuenta ya que pueden ser un producto útil, pero a la vez peligroso.
En el análisis de la morosidad global en cualquier país donde los créditos rápidos tengan una presencia amplia, arrastra que la morosidad sobre los préstamos rápidos es superior a la que se presenta en los préstamos personales. Esto no es casualidad se trata de productos de riesgo tanto para el emisor como para el solicitante.
¿Qué es un préstamo rápido?
El préstamo o crédito rápido ha evolucionado en los últimos años desde un producto poco conocido y más orientado al préstamo local, hasta, con la aparición de Internet, en un producto verdaderamente extendido, masivo y con carácter popular.
En esencia, hoy en día, entendemos el préstamo rápido como una financiación a través de Internet, con respuesta rápida a la solicitud y acreditación rápida en nuestras cuentas.
Generalmente se trata de financiación baja, para importes medios y en plazos de amortización no muy elevados que pueden ir desde una semana hasta tres meses.
Otra de las características básicas de estos productos es que son, habitualmente, más flexibles que los préstamos convencionales de la banca tradicional. Suelen ser emitidos por entidades financieras no bancarias que, como contraprestación a los requisitos más flexibles, aplica unos intereses muy superiores a la media.
Por qué tienen riesgo los préstamos rápidos
El riesgo de los préstamos rápidos es una combinación de dos elementos:
- La propia flexibilidad en las condiciones que hace que pueden ser solicitados incluso en condiciones de solvencia relativa (aunque no todos)
- Lo grandes intereses tanto en el propio préstamo como en el caso de la morosidad
Y es que, una de las claves que siempre se debe tener en cuenta ante un préstamo rápido es que, si bien son caros de por sí, se encarecen de manera exponencial cuando se sucede un impago. En estas situaciones un préstamo rápido se puede enquistar de tal manera que duplica o triplica o más su importe en muy breve espacio de tiempo.
¿Cuándo es útil un préstamo rápido?
Existen algunos escenarios de utilidad para los préstamos rápidos: por ejemplo, puede ser muy útiles cuando necesitamos hacer frente a un gasto imprevisto y sabemos que vamos a poder realizar la devolución del préstamo sin problema dentro del plazo indicado.
Esto sería clave, por ejemplo, en el caso de que necesites una cantidad determinada y sepas que vas a poder asumir la devolución dentro de un plazo determinado. Aunque el préstamo puede ser caro, la velocidad de concesión, la velocidad de disponibilidad y la flexibilidad a la hora de devolverlo, pueden compensar esa urgencia que necesitas para financiar.
Sin embargo, en caso de no tener el convencimiento de poder devolver de manera adecuada el préstamo en plazo, puede ser una idea verdaderamente mala.
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