Ideas y métodos para ahorrar hay muchos, la efectividad siempre va a depender de lo mismo: la continuidad y ser sistemáticos ahorrando. Para aquellos que no se llevan bien con las nuevas tecnologías, los métodos tradicionales pueden funcionar de manera adecuada, y el de los sobres es uno de los más antiguos.
Se trata de un método que se orienta, en principio, para el ahorro en metálico, aunque, como veremos, se puede sustituir a través de las nuevas herramientas de ahorro, utilizando, por ejemplo, cuentas bancarias por Internet.
Qué es el método de ahorro de los sobres
Se trata de un método de ahorro realmente antiguo. En el fondo, aplica una teoría básica sobre la gestión del control de gasto, pero este método, como tal, se presentó a los usuarios en la década de los años 30 del pasado siglo en Estados Unidos, cuando el país buscaba salir de la gran depresión.
El método es realmente sencillo, pero, a la vez, tiene la complejidad de necesitar el ajuste fino de todas las cosas que se van a utilizar.
Consiste en lo siguiente: vamos a crear una serie de categorías de gastos. Por cada categoría crearemos un sobre en el que escribiremos el nombre de la categoría y el importe destinado. Obligatoriamente, uno de los sobres siempre deberá destinarse al ahorro.
La idea es repartir todos los ingresos, obligándonos a que en todos los sobres se cumplan las previsiones realizadas y que el sobre del ahorro siempre tenga una cantidad predeterminada.
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Cómo poner en práctica el método del ahorro de los sobres
Para empezar, como ya decíamos, es necesario hacer un buen ejercicio de estudio de nuestras finanzas. Lo ideal, cuando se empieza con este tipo de métodos, es no crear muchas categorías, pero las que se creen estudiarlas a fondo.
Por ejemplo, se puede crear la categoría de gastos fijos en la que se incluyen aquellos gastos que no pueden ser modificados, por ejemplo, el coste de la vivienda, las amortizaciones etc.
A la vez se puede crear otra categoría que se llame suministros en la que introducimos todos los contratos de servicios que abonamos al mes, desde gastos de telefonía, plataformas de televisión, luz, agua, etc. Haremos lo mismo con los gastos de alimentación, transporte, y ocio.
Cuando somos capaces de adjudicar lo más exactamente posible estas cantidades, también seremos capaces de reducirlas. Es decir, de estudiar a fondo cada una de las categorías para ver dónde podemos mejorar el gasto. Esto es importante ya que, siempre, de manera obligatoria, un porcentaje del dinero deberá ir destinado al ahorro.
Cuando se logra racionalizar el gasto y reducir los costes es cuando, realmente, se mejora la economía en todos los casos. Es importante tener en cuenta que al principio puede resultar complejo, incluso difícil ajustar bien, pero, poco a poco, con la práctica se puede lograr.
Si no se desea poner en práctica este método de manera física, se puede sustituir los sobres por las cuentas bancarias, aunque no será necesario tener tantas cuentas como sobres tendríamos en una operación presencial.
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