Las cifras no engañan. A pesar del éxito en ventas del Buen Fin 2024, el consumo de las familias en México se ha quedado prácticamente congelado. Lo dicen los datos del Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP), publicados por el Inegi este martes.
Si nos fijamos en los números:
- En octubre, el consumo bajó un 0.1% respecto al mes anterior.
- En noviembre, ni subió ni bajó: variación nula.
En términos anuales, esto significa que el crecimiento fue de apenas un 1.9% en octubre y del 1.5% en noviembre. Nada espectacular.
¿Qué significa todo esto? Volvemos al estancamiento
Estos números reflejan algo importante: una desaceleración acumulada. De hecho, el crecimiento anual del consumo en noviembre sería el más débil desde febrero de 2021, cuando todavía se sentían los efectos del Covid-19 y la economía caía a ritmos del 5.4%.
La realidad es que el consumo privado, que suele ser la pieza clave del PIB en el lado del gasto, ha tenido un año de altibajos.
- Primer trimestre: Un poco de dinamismo con un crecimiento del 0.7%.
- Segundo trimestre: Una clara desaceleración al 0.3%.
- Tercer trimestre: Algo de recuperación con un avance del 0.9%.
Pero lo que parecía un respiro en el tercer trimestre se ha esfumado. Octubre y noviembre apuntan a un nuevo frenazo.
¿Y el Buen Fin? Un récord de ventas, pero con matices
Que el Buen Fin ha sido un éxito de ventas, no lo niega nadie. Según la Secretaría de Economía, durante el fin de semana del 22 al 25 de noviembre se vendieron 173,800 millones de pesos, un 15.5% más que en 2023.
Suena bien, ¿no? Pues no tanto si miramos más de cerca. Lo que parece estar pasando es que el Buen Fin concentra las compras en esos días, pero no impulsa de verdad el consumo durante todo el mes.
La ANTAD lo deja claro en sus datos:
- Las ventas durante el Buen Fin crecieron un 9.8% nominalmente.
- Pero si miramos todo el mes, el crecimiento en las tiendas fue del 4.9%, la mitad.
Y si le restamos la inflación de noviembre (que fue del 4.55%), el crecimiento real de esas ventas se queda en menos del 0.5%. Muy poco.
Consumo y PIB: el contexto importa
El menor dinamismo del consumo privado no llega solo. Es parte de una tendencia general:
- Hasta septiembre, el consumo privado acumulaba un crecimiento del 3.7%, mientras que el año pasado, en el mismo período, subió un 4.2%.
- El PIB tampoco ayuda. En el tercer trimestre del año, creció un 1.8%, muy por debajo del 3.6% registrado en 2023.
En resumen: mucho ruido y pocas nueces
El Buen Fin ha batido récords de ventas, sí. Pero todo apunta a que solo ha servido para mover compras de un lado a otro, sin crear un verdadero impulso en el consumo.
Y claro, con un PIB que avanza más lento y una inflación que todavía aprieta, parece difícil que las familias mexicanas puedan gastar mucho más. El consumo, por ahora, sigue estancado. Y eso, aunque suene repetitivo, es lo que reflejan los números.
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